Cuchillos en el lavavajillas

¿Metes tus cuchillos de alta gama en el lavavajillas? Si es así, lo más probable es no duren mucho tiempo en buen estado. Aunque el daño no sea visible de inmediato, el lavavajillas hace que los cuchillos pierdan el filo con el tiempo. Los productos de limpieza dañan las hojas. También contienen sales que contribuyen a la corrosión y, por tanto, a que el filo de los cuchillos se desgaste. Como resultado, los cuchillos dejan de estar afilados y pierden su buen aspecto. Por ello, no es aconsejable meter en el lavavajillas cuchillos de alta calidad, como los de filetear, los de carne, los de pan o los de servir.

Para evitar que los cuchillos de hora afilada se estropeen en el lavavajillas, lo mejor es lavarlos a mano. Todo lo que necesitas es agua caliente, un poco de detergente líquido y un paño de cocina. Deja el cuchillo unos instantes debajo del grifo, frota la hoja con el detergente y acláralo bien.

Nota: No utilices estropajo, ya que podrías rayar la superficie de la hoja.

Es mejor lavar los cuchillos justo después de usarlos, ya que los alimentos ácidos también pueden dañar la hoja. Sécalos con un paño en cuanto acabes de lavarlos para evitar las manchas de cal.

La suciedad persistente y la decoloración pueden eliminarse fácilmente con pasta de dientes o cualquier limpiador para vitrocerámicas disponible en el mercado. Seguro que tienes alguno en casa.

Mucha gente guarda los cuchillos en un cajón. Sin embargo, las hojas pueden golpearse unas contra otras o rozar otros objetos, lo cual daña el material. Las hojas se rayan y pierden el filo rápidamente. Además, puedes hacerte daño al sacar los cuchillos. Por todo esto, se recomienda adquirir un taco para cuchillos o un soporte magnético. Ambas opciones son muy elegantes y te permiten tener los cuchillos siempre a mano. Los compartimentos para cajones también ayudan a mantener los cuchillos de cocina organizados y ordenados. Otra posibilidad es utilizar un protector de cuchillas para evitar que las hojas sufran daños.