
Té matcha
Reconocible por su color verde claro brillante y su aroma dulce, delicado y ácido, el té matcha es una variedad de té verde japones particularmente puro molido hasta obtener un polvo fino. El polvo de matcha es muy apreciado en Asia desde hace miles de años por sus efectos beneficiosos para la salud.
En la actualidad, el polvo de matcha no se utiliza solo para preparar té, sino también para dar sabor a muchos alimentos, desde bebidas como limonadas y cócteles hasta postres y salsas para fideos orientales. Pero el té matcha es mucho más que una moda.
¿Cómo se prepara el té matcha?
Para disfrutar del extraordinario sabor y los grandes beneficios del té matcha, este se debe preparar correctamente. A diferencia de otras variedades de té verde, el té matcha no se toma en infusión. Las hojas de té se muelen hasta conseguir un polvo fino que se disuelve y se consume con agua caliente.
Preparación y variantes
El matcha es un elemento central de la cultura del té en Japón y para prepararlo se sigue una elaborada ceremonia ritual. No obstante, esta preparación también es importante para preservar los componentes saludables del matcha.
Para preparar el té matcha se necesita un cuenco (chawan) y una varilla especial de bambú (cha-sen). Se vierten de uno a dos gramos de polvo de matcha en el cuenco y se añaden de 60 a 100 mililitros de agua. El agua debe estar recién hervida y a no más de 80 grados. Lo ideal es usar agua con poca cal. Si el agua del grifo es dura, se puede emplear agua filtrada o agua mineral sin gas.
La mezcla de agua caliente y polvo de té verde se bate en el cuenco de matcha con la varilla de bambú hasta que quede espumosa. Los movimientos deben hacerse sin apretar la varilla contra el cuenco y formando una letra «M», más o menos. Una espuma alta y consistente es señal de que el té matcha ha salido bien.
El té matcha puede prepararse más fuerte o más suave, según el gusto de cada uno. En Japón, la variedad de matcha más fuerte se llama koicha, y la más suave, usucha.

¿Cómo se fabrica el té matcha?
El té matcha, como todo el té verde, se obtiene de la planta de té, la Camellia sinensis. Sin embargo, su cultivo y recolección son muy laboriosos: los arbustos se cubren con redes negras o esteras de bambú unas semanas antes de la cosecha para protegerlos del sol.
A la sombra, las plantas incrementan su contenido en principios activos como la cafeína o la teanina. También se estimula la producción de clorofila, lo que confiere al té matcha su brillante color verde claro.
Una vez recogidas las hojas, se tratan con vapor y se secan con cuidado. Los tallos y nervios de las hojas se retiran con delicadeza, de manera que solo queden las partes más tiernas, que se muelen en molinos de piedra hasta obtener un polvo fino.
Después, es importante guardar el polvo de té verde en recipientes bien cerrados y almacenarlo en un lugar fresco y seco. Tras la cosecha, debe utilizarse lo más fresco posible.



























